Una vez superadas las consecuencias del conflicto armado, En el 1950 en Norteamérica se vivió un periodo de esplendor y la fotografía de moda volvió a resurgir, se reinventó y se llenó de creatividad. Fue testigo del pensamiento y de la evolución de la sociedad. Abordaba nuevos temas que modificaban la visión del mundo, comunicándose con el público a través de la interpretación que del mundo y sus vivencias tuvieron los fotógrafos de la época. Su función era vender moda y la vendía de forma creativa, colaborando en la formación cultural de la gente.
En estos años las imágenes empiezan a ganarle terreno a la letra impresa, sobre todo en reportajes y en publicidad, debido en parte a la fuerza de comunicación que tiene. Lo cual llevó a la aceptación de la fotografía como una forma de expresión artística con su propio lenguaje. Así, la fotografía alimentaba a la moda, y la moda alimentaba a la fotografía. Y todo estaba influenciado por la música y el cine y por todo lo que estaba pasando.
Los fotógrafos más relevantes de este momento fueron los norteamericanos Richard Avedon e irving Penn, impregnando sus fotos con su visión personal de la moda, sus composiciones eran extremadamente puras, la ropa era evocada más que representada a través de siluetas exageradas y precisas.
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